Acuarela sobre papel
41.4 x 33.2 cm.
Este hombre tuvo un cuerpo robusto y desplegó una gran actividad. Por el peso de los años y el debilitamiento de sus fuerzas físicas se ha ido inclinando… Lo vemos ahora convertido en un anciano, con el rostro por debajo de la línea de los hombros y semihundido en una manta… e intuimos que seguirá inclinándose más, hasta que la manta lo cubra por completo y quede oculto todo aspecto de vida.
La condición pasible del hombre resulta manifiesta en esta imagen… Mas, cuando se acerca el tiempo en que el espíritu se ocultará en ese cuerpo, su huella se acentúa como el sol en el ocaso.