Comentario espontáneo de un espectador:
“Si lográramos separar la obra de arte de su capacidad decorativa entenderíamos mejor su necesidad”.
El presente cuadro, Mariscadoras o La fatiga en el trabajo, ofrece el contrapunto del titulado Muchacha marinera o El gozo en el trabajo. Ambos aspectos del trabajo, el gozo y la fatiga, se complementan, y son significados por medios plásticos diferentes en estas dos pinturas. Más allá de ser unas simples recreaciones anecdóticas o paisajísticas, estas obras inciden, desde temáticas marineras, sobre esta realidad común y universal en el hombre que es el trabajo.
Una atmósfera de tonos fríos domina este segundo cuadro. Esta característica no externa o meteorológica, sino pintura del estado interior de los personajes, resalta más en contraposición con el primer cuadro (Muchacha marinera): imagen gozosa del trabajo, frente a imagen penosa del mismo.