Efectivamente, como dice el título del cuadro, estas dos figuras humanas se funden en un abrazo, movidas del afecto, y se ajustan casi como si fueran dos piezas de un “puzzle”. El acoplamiento se resuelve en el plano del cuadro; así, en los huecos o entrantes de una figura encuentran acomodo las partes salientes de la otra. Es un modo plástico de significar lo que parece decir cada personaje al otro con sus gestos —aunque no formulado en palabras—: “¡cómo te echaba de menos!”; “¡tú eres lo que me faltaba!” o “¡tú eres el complemento que yo estaba necesitando!”… o bien “¡cómo notaré tu ausencia!”