¿Dónde está el amigo que busco por doquier?
Cuando apunta el día,
mi inquietud también aumenta;
cuando el día muere,
lo busco todavía.
Aunque el corazón me abrasa,
yo voy siguiendo sus huellas
en cualquier brote de vida:
el aroma de la flor,
la esbeltez de la espiga.
En el suspiro que lanzo
y en el aire que respiro
está presente su amor
y oigo cantar su voz
en el viento del estío.
Ingmar Bergman
Fresas salvajes