El análisis que en www.jrtrigo.es acompaña a este cuadro muestra la continuidad de líneas que enlazan las tres figuras, para significar los lazos afectivos que las unen, así como la alegría que exterioriza el niño, al encontrarse con las manos de su madre.
La muchacha manifiesta —de modo diverso al de su hermano— su gozo e identificación con su madre; mientras la abraza y nos mira, parece decirnos: ¡la admiro y me hallo dispuesta a acompañarla en las tareas familiares!
Este cuadro y el titulado Muchacha marinera o El gozo en el trabajo contienen dos expresiones del gozo que guardan alguna afinidad entre sí.
La muchacha marinera tiene levantados sus brazos que, acompañados por su sonrisa y su mirada, denotan que en el trabajo no todo es tensión; también hay cabida en él para la alegría, que pone un ingrediente de alivio y paz en el esfuerzo.
El niño de este cuadro, Maternidad (V), levanta su brazo derecho, acompañado asimismo por su sonrisa, para encontrarse con la mano derecha de su madre; los brazos izquierdos de la madre y del hijo se alinean y se prolonga uno en el otro. También la forma o configuración de este niño expresa una alegría distendida, un gozo confiado.